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sábado, 26 de noviembre de 2011

Creo que era Sábado,

desperté como es habitual,
me aproximé a la cocina
donde esperaba a mi madre preparándome el desayuno,
quedé asombrada al ver que mi perrita me preparaba el desayuno,
me froté los ojos y todo seguía igual:
-¿Y mi madre?-Dije-Nessi, ¿qué haces preparándome el desayuno, no es que no lo aprecie, es que no me agrada el sabor de tu baba en mi tostada.
-Guau
Eso es lo único que pudo decirme, no se si por mis palabras o por las suyas.
-¿Y mi madre?- Volví a preguntar.
Y esta vez me respondió en un idioma que yo entendí:
-Tu madre está durmiendo-Dijo.
Pregunté por el resto de mi familia:
-¿Y mi hermano, y mi padre?
-Tu padre ha bajado a tu hermano a que haga sus necesidades.-Contestó.
Todo había cambiado, era extraño, en mis pensamientos quise adivinar que puesto ocupaba yo en esta extraña historia: Mi hermano es mi perra, mi perra es mi madre, mi padre es mi hermano (supongo), mi madre es mi padre...
¿Os creéis ésta historia?, porque mis amigos del manicomio NO.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la verdad que tienes una familia un poco extraña porque pensando por lo menos no dices que tu padre es un perro ozu que lio de familia

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