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domingo, 14 de noviembre de 2010

3º Un gran sacrificio

Cuando acabaron las clases, comimos y fuimos a la casa Nº13, sobre las 19:30 h… ‘’Toc toc’’ sonaban las aldabas.

-¿Díganme?-Dijo el mayordomo, que vestía de negro y era pálido, también.
-Hola, verá usted, somos los chicos de ayer, Sara, Chasabel y Ferb, queríamos ver si Jess ya estaba despierto-Dijo Chasabel
-El señorito Jess está despierto, pasen-El Mayordomo nos guió hasta el salón, allí habían muebles antiguos y negros y un bonito sofá, creo que lo único más nuevo era la televisión tan grande que tenían.-Aquí está Jess.

Jess era fantástico, era guapísimo, cada vez que daba un paso más hacia nosotros, más fuerte notaba el latido de mi corazón.

-Hola, vosotros debéis ser Sara, Chasabel y Ferb, Janullé me habló de ustedes.
-Hola, si. Tu debes ser Jess.
-Si, encantado, venid.
-Bueno, en verdad, teníamos pensado ir al parque y luego a cenar a una pizzería, ¿vienes?
-De acuerdo.

Íbamos de camino al parque cuando un borracho a manos de un volante nos empezó a perseguir por las aceras. Nosotros corrimos y corrimos, no podía más, y caí al suelo, Jess se puso ante mi, yo aterrada, preferí cerrar los ojos, escuche cómo un coche chocaba, abrí los ojos y vi el coche hacia el lado, cómo si algo lo hubiese parado, Jess no estaba y Ferb y Chasabel estaban boquiabiertos. Cuando Chasabel y Ferb recobraron el sentido, me contaron lo que había pasado.

-Jess al ver que estabas en el suelo, se puso ante el coche y lo paró con una mano y luego, ¡desapareció!-Dijo Chasabel asombrada.
-¡¿Desapareció?! Estás exagerando, echaría a correr o algo parecido, pero desaparecer…
-Si, en serio, desapareció, hizo ‘’chas’’ y ya no estaba-Asintió con asombro Ferb.

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